[Harry Potter y sus lectores ignorantes]

V. me cuenta que F. devoró el último libro de Harry Potter (que no sé cómo se llama ni me interesa averiguar) y que al terminarlo se soltó a llorar a moco tendido, "como Magdalena".

El otro día, en u blog colectivo, hablaban de la "democratización" de la lectura que ha promovido la autora del mago ese. ¡Qué reverenda pendejada! Le dije a V. cuando me contaba lo anterior.

Y es que desde hace unos aoños, algunos osados han dicho que le deberían dar el Nobel a Rowling sólo porque ha puesto a leer a tantos y tantos niños, y también adultos, marcianos, extraterrestres, locas, vestidas, mal vestidas, y demás fauna humana.

Es ilusorio pensar que un libro, ahora que ha concluido su ciclo, desatará una lectura masiva y que las librerías se verán asoladas por los millones de seudolectores que mueren por seguir leyendo. Nada más falso. A lo que me refiero es que es una reverenda pendejada pensar que los lectores de Harry Potter pronto devorarán El ser y el tiempo de Heidegger o ya de perdís El laberinto de la soledad, de Paz.

A lo único que aspiran esos seudolectores es a leer a Paulo Coehlo, a Isabel Allende, o a García Márquez en su defecto.

[El chino]

¡Ay pinche chino! ¡Ya me tiene hasta la madre! Neta, las noticias de todo lo que pasa con el chino ya me tienen harto.



Todo sería más fácil si legalizaran las drogas (pero eso ni pensarlo en este país bananero).



*

[Eres gay]

Usualmente estas palabras las he escuchado como interrogación, pero como afirmación suena como una ofensa absurda. Hace unas semanas, un amigo escuchó, "Pinche gay", que también suena tontísimo. Eso del lenguaje políticamente correcto es una gran mamada. ¿Por qué nos han dejado de decir "putos"? Tan bonito que ofendía, tan sonoro que era, tan mexicanote.

Este caso es como el que Celorio nos contaba en clase, y luego trasplantó a su novelita Tres lindas cubanas: cuando en Cuba se intentó instaurar una política no discriminatoria a los negros, una tía suya decía que cómo le iba a decir de ahora en adelante a un negro: "Oye, tú, persona de color, vente a tomar un buchito". ¡Qué tontera más grande! Eso hay que dejárselo a los gringos que son tan tontos y seguidores de estas cosas políticamente correctas, ¿o no, querido, curioso e hipócrita lector?

[Noche, lluvia y cine]

Ya saben: la típica escena que todos alguna vez soñamos: día lluvioso: cama: noche y alguien al lado con quien meterse y arrebujarse entre las sábanas a ver unas buenas pelis. La selección había sido la mejor: Bent, Walking on water, Trick, Party Monster y Urbania.

Empezamos por Party Monster, que realmente fue la única que vimos. GSI no quería cenar por seguir viendo la peli, pero al final cedió y me hizo caso--aunque ahora voy viendo que no come--. Los debrayes ochenteros acabaron a la media noche decidimos poner fin a nuestro incipiente maratón ya que a la mañana siguiente debíamos estar muy temprano en la calle. Luego a dormir, o a intentar dormir. (Él es culpable de mis insomnios.)

[Diez novelas, sólo diez]

Odio los top tens, en verdad, me cagan, porque muchas cosas quedan fuera y en unos cuantos números es imposible resumir todo lo que a uno le gusta, pero anoche obligáronme a hacer uno, y de novelas (el género que menos me gusta leer). Y bien, lo hice, al vuelo, o sea, sin orden de importancia, como se me iban ocurriendo en una rigurosa selección:

*Diario del ladrón de Jean Genet.

*Loco afán de Pedro Lemebel.

*Mientras Inglaterra duerme de David Leavitt.

*La virgen de los sicarios y El desbarrancadero de Fernando Vallejo.

*Salón de belleza de Mario Bellatin.

*Soldados de Salamina de Javier Cercas.

*El último lector, de Ricardo Piglia y la de David Toscana (que se llaman igual).

*Esperando a los bárbaros de J.M.Coetzee.

Y ya, son diez, no? Pero ¿dónde quedó la Jelinek (la única mujer digna de figurar en mi lista)? ¡Qué horror! ¡Qué escándalo!

Justo por eso odio estas listuchas.

[Ah, la humanidad]

Si tan sólo fuera una cucaracha, y pisarla (Cernuda dixit).

[Breaking news]

[Versitos]

Téllez-Pon está esta semana en el sitio de las afinidades electivas México, para visitarlo y leer mis versitos hacer click aquí.

[El lugar de la cultura]

Desde hace unos meses la sección de Cultura de los diarios El Universal y Reforma se encuentra hasta atrás de la sección de Espectáculos en el primero y en Internacionales en el segundo. Y hace un tiempo mi amiga Vianett Medina protestó, con justicia y vehemencia, por el recorte de su columna de reseñas de libros en el diario Frontera de Tijuana (al respecto, véase el próximo número de Replicante).

Ese es el lugar que le dan los diarios a la Cultura en México.

[Crítica de la crítica]

Hojeando el número de Luvina sobre la crítica, corroboro que en México no hay crítica literaria, sólo lo que ya todos sabemos: elogios y adulaciones de unos sobre otros. Si hubiera crítica Domínguez Michael y Lemus serían unos más y nadie les tendría el miedo que les tienen cuando reseñan sus libracos.

*

"¡Va a caer! ¡Va a caer!", coreaban ayer en el estadio de Caracas durante el partido de México contra Uruguay, en referencia directa, claro, al chavismo. Según las notas del periódico de hoy, sólo este partido de la Copa América se realizó en la capital venezolana ya que el régimen no quería que sucediera lo que finalmente sucedió ayer en las tribunas del estadio. Desde luego es dictatorial pensar que se puede controlar el pensamiento y el sentir de 50 mil personas que asisten "inocentemente" a un partido de futbol y de paso hacen saber lo que todos deseamos: que caiga ese gobierno autoritario encabezado por un loco.

[Haz lo que quieras]

[El nuevo video de Bjork]

*
Simple y sencillamente la amo.

[El guardián del hielo]

Hace unos meses, cuando recién había muerto Watanabe, mi queridísimo amigo Ehitel me habló en particular de este poema del genial poeta peruano que yo desconocía. Hoy aparece en el suplemento La Jornada Semanal y aquí lo copio:

El guardián de hielo

Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esta situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.

Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardián del hielo.

*

Ah! Las cosas simples de la vida...