21.8.11

[Novedades]




De Alemania a Alemania. Diario, 1990 (Alfaguara, 2011), Günter Grass.

Un año después de la caída del muro de Berlín, Günter Grass (Danzig, 1927), premio Nobel de literatura 1999, inicia un diario en el que cuenta sus pasos por una aventura política en un momento en que Alemania dejaba de ser una (o dos, mejor dicho) para pasar a ser otra Alemania: justo es a lo que hace referencia el título de éste, su más reciente libro publicado en español. Fueron momentos difíciles, cuenta Grass, pues incluso los escritores alemanes tuvieron que dejar la escritura y entraron en una intensa actividad política en pos de una idea de nación; además, relata su periplo por la RDA “para ver con mis propios ojos –dice— los cambios que siguen al gran cambio político y revolucionario”. Estas son sólo las páginas de un diario que dan cuenta de un año significativo, pero el autor de El tambor de hojalata hasta el día de hoy usa sus cuadernos como terreno fértil para sus proyectos literarios.

Cuaderno de notas (La compañía, 2011), de Anton Chéjov.

Este tomo reúne una selección de diversos cuadernos de trabajo que el escritor ruso Anton Chéjov (1860-1904) llevó entre 1891 (la primera nota es del 17 de marzo de ese año) hasta poco antes de morir de tuberculosis a los 44 años de edad. Como muchos otros escritores, Chéjov plasmó en esos cuadernos íntimos las semillas de obras futuras, ideas, características o diálogos que después desarrollará en obras memorables como La gaviota o El jardín de los cerezos o en cuentos no menos recordados como “La cigarra” o “La dama del perrito”. Como lo recuerda Vlady Kociancich en su introducción, en su momento Chéjov no tenía el reconocimiento de gran escritor ruso como sí lo eran Tolstoi y Dostoievski, pero “excepcionalmente exigente consigo mismo, indiferente al juicio de los demás”, dice Sergio Pitol, hoy en día se lee como uno de nuestros contemporáneos. El gran defecto, sin embargo, de este curioso volumen es que fue traducido del francés y no directamente del ruso: algo se quedó en la lengua eslava que no nos llegó a los hispanoparlantes.


Hielo negro (Grijalbo, 2011), de Bernardo Fernández, BEF.

En la novela ganadora del premio Grijalbo 2011, BEF, el ilustrador, caricaturista pero también notable narrador de una nueva generación, hace un gesto paródico de las novelas sobre la narcocultura tan en boga hoy en día. Presentada como una historia policíaca, en realidad, con las dosis de absurdo que la componen, se convierte en una novela desenfadada en la que una astuta narcotraficamente mexicana, Lizzy Zubiaga, niña bien, obsesionada con su nueva droga, cobra venganza más por capricho que por mostrar su poderío. Tras sus pasos irá la agente Andrea Mijangos, un miembro de la policía judicial, lesbiana que se hace respetar en un ambiente totalmente varonil, será ella quien con un verdadero olfato canino cumplirá la venganza amorosa que prometió.