Brian Willson perdió ampas piernas al ser
atropellado por un tren militar norteamericano
que transportaba armas a Centroamérica y cuyo
paso intentó detener colocándose en las vías
Él sabe lo que sabe
aunque ahora no recuerde
absolutamente nada
Despertó una mañana
repentinamente descubierto
en la mitad de sí
Tras su azaroso viaje personal
disidencia de sí mismo
arribó a ese cruce de vías
que no aparece señalado
en ningún mapa de turistas
Antes de poner los pies sobre los rieles
pudo oir su dinero allá afuera
cómo mataba gente
Escuchó el silbato de advertencia
que el maquinista no tocó
y tuov miedo
La distancia se acortó
y llegó la sombra primero
a su encuentro
Para bien o para mal
existe continuidad en el mundo
Cierra los ojos
luego los abre
y todo permanece allí
y sigue siendo la paz sólo un aliento
enmedio de la atrocidad
Mañana caminará de nuevo
mutilado lázaro sin armas
Pondrá nuevos obstáculos a otras vías
que no tendrán que ser
necesariamente
las de un ferrocarril
Baudelio Lara, La luz a tientas (UdG, 1991).
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