Ayer vi Stellet Licht/Luz silenciosa, de Carlos Reygadas. La verdad es que toda la semana estuvo muy nervioso de saber que la vería en una función especial en la que terminada la cinta podríamos charlar con su creador. Y no sé por qué. Quizá también es que estaba ansioso por ver la peli que sabía, era un orgasmo múltiple.
Luego de quedar con C., que llegó tarde, corrimos a la Cineteca. La peli había iniciado y, a diferencia de otras veces, en las que soy muy exigente para sentarme en el lugar correcto para verla y apreciarla en todo su esplendor, ahora escogí el primer lugar que estuviera libre con tal de verla ya.
¿Qué puedo decir? Me encantó, me fascinó, es de una belleza sublime. J., esta misma semana me decía algo en contra de Reygadas, yo le dije que sabía muy bien que Reygadas no era cineasta, no de profesión, al menos, pero sí de vocación, pero que sólo me conformaba con ver sus películas, nunca había leido una entrevista con él en la que, según J., hacía alarde de sus logros, de negar sus influencias, etc... Hoy, contrario a eso, leí la entrevista que Fernanda Solórzano le hizo a Reygadas en Letras Libres. Es una entrevista interesante en la que Reygadas confirma sus ideas fijas con respecto al cine (desdeña, por ejemplo, nada más ni nada menos que a ¡Hitchcock!), por lo demás, coincido totalmente con él. Anoche, luego de la función, ante los comentarios y las preguntas, dijo algo parecido: siempre trabajara con personas que no sean actores porque él quiere que las personas transmitan los sentimientos de personas y no de personajes.
Otra cosa que le recriminan, es que dejó los diálogos en Plautdiestsch, la lengua de los menonitas, para luego subtitularla y eso lo han tomado como un gesto de mamonería. No me lo parece. Simplemente, creo, es algo que debió mantener para que la historia tuviera más credibilidad, fuera más verosímil. Si estuviera hablada en español, que la mayoría de los menonitas no habla, sonaría falsa. Yo le confesé mi admiración, me declaré públicamente su fan y gracias a ello, al final, una de las chicas de la distribuidora, supongo, me dio un póster, que luego Reygadas me firmó.
Muchos le recriminaron sus escenas tan largas, sus tomas de contemplación ¡cómo se atrevían! Me puse furioso, es como si a un novelista le preguntaran por qué utiliza estos recursos narrativos y que acabara contando la historia de su libro. ¡Qué cosa tan más tonta! La toma, luego de que los niños están chapuseando en el ojo de agua, que se posa sobre una flor violeta, hasta acercársele lo suficiente, es de una belleza orgiástica, lo mismo cuando padre e hijo salen del establo, a la nieve, la cámara da un paso adelante y torna hasta volverlos a meter a cuadro, y así con el inicio y con el final, majestuosos, ejemplares, sublimes.
Reygadas es de los pocos grandes creadores jóvenes del cine mexicano actual, al lado de Vargas y Julián Hernández.
No se pueden perder Stellet licht/Luz silenciosa, yo la veré todas las veces que pueda mientras esté en cartelera.
Otra cosa que le recriminan, es que dejó los diálogos en Plautdiestsch, la lengua de los menonitas, para luego subtitularla y eso lo han tomado como un gesto de mamonería. No me lo parece. Simplemente, creo, es algo que debió mantener para que la historia tuviera más credibilidad, fuera más verosímil. Si estuviera hablada en español, que la mayoría de los menonitas no habla, sonaría falsa. Yo le confesé mi admiración, me declaré públicamente su fan y gracias a ello, al final, una de las chicas de la distribuidora, supongo, me dio un póster, que luego Reygadas me firmó.
Muchos le recriminaron sus escenas tan largas, sus tomas de contemplación ¡cómo se atrevían! Me puse furioso, es como si a un novelista le preguntaran por qué utiliza estos recursos narrativos y que acabara contando la historia de su libro. ¡Qué cosa tan más tonta! La toma, luego de que los niños están chapuseando en el ojo de agua, que se posa sobre una flor violeta, hasta acercársele lo suficiente, es de una belleza orgiástica, lo mismo cuando padre e hijo salen del establo, a la nieve, la cámara da un paso adelante y torna hasta volverlos a meter a cuadro, y así con el inicio y con el final, majestuosos, ejemplares, sublimes.
Reygadas es de los pocos grandes creadores jóvenes del cine mexicano actual, al lado de Vargas y Julián Hernández.
No se pueden perder Stellet licht/Luz silenciosa, yo la veré todas las veces que pueda mientras esté en cartelera.
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