9.3.07

[Tratado del querubín]

10

Cae un resplandor sobre los robles.
No se sabe si es de tarde o es de noche.
Rueda al suelo el libro miniado.
Llegan las tías. O sólo una, la única; o muchas;
y hablan con mi madre;
así, todas las cosas del pasado retornan juntas.
Yo, como siempre, estoy en una esquina de la habitación.
Tomo, otra vez, el libro de Kells.
El viento hace sonar las arpas.
Y de mi rojo cabello sale música.

Marosa di Giorgio.

(Los papeles salvajes II, Adriana Hidalgo editora, Buenos Aires, 2000.)

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