21.4.06

[Politiquería y más verborrea]

Como muchos se podrán dar cuenta, siempre evito tratar temas muy circunstanciales en mis post, lamento decirlo pero me molesta el oportunismo de muchos bloggers que para estar a tono opinan sobre los temas nacionales e internacionales que van surgiendo y hasta pretextan un tema literario para desencadenar en la verborrea política como si no tuvieramos suficiente con la de nuestro vividores del Estado. Pues bien, para mi desgracia ahora haré lo mismo. Con motivo del inminente debate presidencial y la marcha de los migrantes (y el boicot a que todos debemos sumarnos), me avocaré a tratar esos espinosos temas. Conste, quedan advertidos, si no quieren regresar a leer eso, lo comprederé totalmente.

*

El Naco es la peor raza que parió esta mezquina especie llamada humanidad que de humana no tiene el sonido de la ache. Monterrey, por ejemplo, me dijo mi amante hace poco, "es la mayor cueva de Nacos". Pero no hay que ir hasta aquellas lejanas tierras del norte mexicano para padecerlos: con tan sólo subirse al metro, metrobús o micros y camiones de esta postapocalíptica ciudad uno se puede dar perfecta cuenta de la plaga que son. Ellos son los que crean las horas pico al atestar los vagones y pasillos con tal dirigirse rápidamente a su casa (casi siempre en el oriente de la metrópoli) porque les urge seguir preñando a sus mujeres que no saben hacer otra cosa que parir, amamantar, criar y mantener a su bola del mocosos (¡ah! y claro: lavar, tender, planchar y cocinar). ¿Quién putas madres les dio a las mujeres el derecho de hablar, de votar y ser votadas, de marchar? Su único derecho es leer una hoja en blanco donde están inscritos sus derechos. Pero bueno, las mujeres es tema aparte. Estaba yo hablando del Naco que generalmente es chaparro, prieto, mugroso--y por tanto apestoso-- y totalmente ignorante pues, muy seguramente, a duras penas sabe escribir su mísero nombre que lleva por apellido López, Hernández, García o Pérez. El apellido es su estigma: bajo él anda muy campante por los vastos y anchos territorios del planeta sintiéndose muy orondo sin tener por qué: no tiene consciencia de la vida y no tiene propósitos para con ella ni de ella. Cree que su única misión en la tierra es seguir pariendo esta peste humana, el Naco. El círculo bien redondito, pues. (¡Cómo si tuvieran nociones de geometría los grandísimos cabrones!) ¿A eso se le puede llamar vida?

¡Ay Xangó bendito por qué no vienes a resolver los penares de sus vidas y te los llevas a los más oscuros infiernos de una vez por todas!

*

Suena este súper rolón en una y otra versiones.

2 comentarios:

adorable esparraguito dijo...

Suerte, mucha suerte a ti y al Oscarín. Ya saben que los amo con locura. Ash, malditos, ¡¡¡yo quiero estar allá!!!

M dijo...

El Naco es a México lo que el Zeitgeist a Alemania