El otro día que salía de la Condesa hacia el centro de la ciudad, me topé con el plantón de AMLO en Reforma: en el curce del Circuito Interior con esta avenida (al pie del cerro Chapultepec), esta vía rápida se atasca gracias a que tiene que desahogar el tránsito de la otra. En ese punto, pues, al pasar por allí los automovilistas les mientan la madre a los paristas.
Me parece que cada día va creciendo el enojo de la gente con respecto a quienes tienen cerradas ciertas calles importantes de la ciudad. Pero también contra el gobierno de esta ciudad que no hace nada por liberarla del sitio (políticamente hablando, pues para eso tiene su Secretario de Gobierno, para dialogar con ellos e invitarlos a retirarse, sin policías ni represión ni ninguna de esas cosas que tanto invocan los seguidores del Peje), y contra el candidato mismo que ahora encabeza un "movimiento social" rebasado por el Voto X voto. De distintas formas se le ha hecho saber esta molestia pero no hacen caso, su intransigencia, su necedad, su verborrea incendiaria, su cerrazón mental, sin duda acrecienta esta molestia que se refleja en esas mentadas de madre que atestigüé y en otras más que seguramente suceden en la calle y que no tenemos la oportunidad de ver.
Luego, hoy el TRIFE dijo que AMLO perdió. Me parece que esto es ya la confirmación de algo que se sabía con antelación: encuestas de días anteriores a la elección decían claramente que había un empate técnico, esto es, que uno de los dos (no se sabe quien) ganaría la elección por un margen muy cerrado; el día de la elección, las dos televisoras más grandes del país, en sus respectivos exit polls, dijeron lo mismo: que no podían decir concretamente quien ganaba porque el margen era muy pequeño. El PREP arrojó, minuto tras minuto y durante toda la noche el mismo resultado (puedo decir que esa noche me pasé monitoreando los resultados: hacia las 2 de la mañana la diferencia entre AMLO y Calderón éste último ganaba por más de 750 mil votos, y luego hacia las 4 de la madrugada la diferencia se cerró a algo así 250 mil votos); el cómputo del miércoles siguiente a la elección confirmó esto último. Incluso una encuesta de El Universal, ya pasada la elección, arrojó que si la elección se volviera a hacer Calderón ganaría anque con el mismo margen mínimo. Hoy el TRIFE volvió a confirmar lo que ya sabíamos. Es decir, la tendencia se confirmó y AMLO no será presidente. Quizá si alguno, o uno solo de estos procesos hubiera contradecido al otro o hubiera arrojado un resultado distinto a la tendencia, podría presumirse un acto ilícito, algo chueco, incongruente, pero nunca un fraude.
Personalmente, no me enorgullece mucho que el tercer hombre más rico del mundo sea mexicano cuando somos 50 millones de pobres los que no sabemos si mañana tendremos un peso en la bolsa. Sin embargo, no estoy en contra de los ricos, no por ellos, por ellos mismos, ni los amenazo ni insulto, sino que quizá han sabido aprovechar bien las oportunidades y las ventajas que las políticas gubernamentales han implantados. Es por eso que el discurso de AMLO de ricos contra pobres me parece ilógico, incensato, irritante. "¡Primero los pobres!" ¿Primero los pobres atacando a los ricos? ¿Qué lógica es esta? Si los ricos tienen dinero y lo están invirtiendo para dar empleo y que los pobres seamos menos pobres entonces ¿por qué atacarlos, amenazarlos, insultarlos, ahuyentarlos? (Como muchos sabrán, AMLO les envió una carta a 10 empresarios en la que literalmente los amenazaba pues si él llegaba a la presidencia los enfrentaría "legalmente").