El otro día vi en HBO el documental "El día que Brasil estuvo aquí": sobre la visita de la Selección Nacional de futbol brasileña a Haiti, un par de meses después de que Aristide fuera derrocado. Yo que soy un amante de la cultura negra no pude resistir la tentación de verla e indignarme horripilantemente por el abandono en que la comunidad internacional tiene al pueblo haitiano y conmoverme hasta las lágrimas por los momentos de éxtasis que un partido de futbol puede provocar en un país lleno de desigualdad y miseria.
A los que ya andan maquinando cosas en mi contra, en vez de andarse indignando por lo que pasa en Medio Oriente, debería indignarles y avergonzarles que el país más pobre del mundo esté en América, y a unas cuantas millas de nuestro país.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Solo vi un fragmento del documental, pero quedé tan atónita como vos, a la vez que fascinada por los colores y la música de la escena en que la gente lava la ropa y la tiende sobre el pasto. No alcancé a entender mucho, pero me quedé muy intrigida por saber el por qué los haitianos parecían hinchar a favor de Brasil y no de su selección. Recuerdo especialmente a un hombre que ya no era joven, gordo, que corría detrás de los tanques en que viajaban los jugadores, y al mismo tiempo lloraba y les tiraba besos.
Publicar un comentario