Hace unos días le escribí a un amigo que andaba un poco down--aunado a lo que él se azota y le pone más crema a sus tacos--algo para reanimarlo y al final le decía algo así como:
"Recuerda que habemo s personas que te queremos..."
Le saltó el *habemos y me escribió diciendome que así no se conjugaba el verbo hay. Yo le contesté que no hay "hay" sino haber y, quizá de haber pueda existir el "*habemos"; como en la antigüedad--y aún hoy en menor grado--se dice: "hube de ir a.." en lugar de "tuve que ir a..". Pero me quedé con la duda y consulté la minucia en las Minucias del lenguaje (FCE, 2003) de José G. Moreno de Alba, a la sazón, director de la Academia Mexicana correspondiente de la Real Academia Española (y no, como dicen por allí Academia Mexicana de la Lengua).
Pues bien, en la minucia "*Habemos muchos" (pp. 343 y 344), dice Moreno de Alba que el error está en querer hacer en plural lo que bien puede ser singular o plural pues en lo que hay que fijarse no es en eso sino en su objeto directo que, a su vez, se confunde con el sujeto:
En la oración "hubo heladas", el sustantivo heladas es objeto indirecto de hubo y no su sujeto, que no sólo es gramaticalmente tácito sino semánticamente indefinido. No falta estudiosos de la filología que encuentran este fenómeno desde el mismo latín ("in arca Noe habuit homines", que quiere decir "en el arca de Noé hubo hombres"). El que heladas sea objeto indirecto en "hubo heladas", y no su sujeto, queda plenamente comprobado mediante la permutación por pronombre objetivo directo ("las hubo") y no por prononmbre sujetivo (*"aquellas hubo").
Y conluye:
Este confundir objeto con sujeto se evidencia cuando un objeto plural tiene carácter inclusivo; es decir, si de alguna manera queda dentro de él el que habla y, en tal caso, no es raro que se produzcan expresiones como "*habemos muchos inconformes" [o, como yo escribí, "*habemos muchas personas que te queremos..."], en que no sólo se pluraliza la forma verbal sino que además se modifica la persona gramatical, que pasa de tercera a primera persona. Nótese que, precisamente por su carácter unipersonal, es imposible usar el verbo haber con matiz inclusivo: si se dice "hay muchos inconformes" no debe necesariamente entenderse que el que habla queda incluido. Es por tanto necesario, si se desea poner éfasis en este carácter inclusivo, hacer uso de otro verbo: "somos muchos los inconformes", por ejemplo.
Por lo tanto, yo debí de haberle escrito: "Somos muchas las personas que te queremos..." Y sí, somos muchas personas las que te queremos wey, así que no te pongas histérico.
23.5.06
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2 comentarios:
invitación
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Loved it!
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