16.8.05

Epistolario II

Este es un fragmento de una carta en la que confieso una de mis más influyentes lecturas hechas durante mi (no muy lejana) adolescencia; el poema de que hablo se llama "Suponiendo en quien nacen los placeres prohibidos" y fue publicado en un número dedicado al erotismo en la revista Alforja. La carta fue enviada hace un par de semanas hasta el mismísimo Madrid.


Por lo anterior, ayer estuve releyendo tu Luis Cernuda en Omega que no recordaba tan bien. De hecho, creo que te cito en mi intento de crónica biográfica sobre Villaurrutia, "Vivir mil y una muertes" (inédita hasta el momento, y creo que así permanecerá hasta que crea que está totalmente acabada o alguien se digne a publicarla). Te digo que te cito, cuando hablas de la influencia de Gide en Cernuda, así como fue fundamental esa actitud moral gidiana en Villaurrutia. Esto porque Paz, le recrimina a XV no haber sido tan radical como un Cernuda, ¿qué estúpides es esa? Si los dos vienen de Gide, su radicalismo gideano no podría ser distinto.

Leía ayer, pues, tu fabuloso Cernuda; ahí me encontré con unos bellos versos que citas muy al principio y que me deslumbraron al grado de tomarlos para titular así todo el trabajo, "La fuerza oculta del otro amor"; por lo tanto, lo mínimo que puedo hacer en agradecimiento por iluminarme, es dedicarte a ti, pero también a Harold y a Daniel Balderston (quien también se ha portado encantadoramente conmigo), este trabajo que he subtitulado "Apuntes sobre la poesía gay en México". Me ha agradado tanto la idea, que trabajo profusamente en él.

En la noche, cuando llegué a casa, me dediqué a leer a Cernuda. No te puedo describir la sorpresa que fue para mí reencontrarme con él. Fue un flashback tremendo, porque mucha de su poesía retumbó en mi memoria y me llevó a los años de mi pubertad, cuando lo leí profusamente y yo me iniciaba en la poesía así que aquello dio como combinación que Cernuda influyera en mis versos o, por mejor decir, lo glosaba. Ahora, esos tempranos poemas, por fortuna, están perdidos, pero si llegase a encontrarlos al leerlos me llevarían a Cernuda y tendría que entregarlos a donde pertenecen: al fuego. Todo esto gracias a tí, que ayer me entregaste a un Cernuda a quien, ya me daba cuenta, no lo tenía tan olvidado.
Con la llegada de su centenario, lo mínimo que podría hacer era entregarle a Cernuda unos versos, los más cariñosos, agradeciéndole todo lo que hizo por mí cuando era un púber lector. Aquí te va ese poema que espero te guste.

Hace un par de días, por aquí salió la noticia de que el criticón de Harold Bloom dijo Cernuda era el mejor poeta de la lengua española del siglo XX aún por encima de García Lorca, a quien consideraba otro excelso poeta. Ya tú lo decías al iniciar tu librito y ahora Bloom lo anda diciendo por todos lados para confirmarte, yo, yo sólo lo reitero y se los agradezco a los dos y a Cernuda, claro está.

No hay comentarios.: