9.7.05

Librando batallas

Con el libro Hay batallas, la poeta María Rivera (Ciudad de México, 1971) ganó este año el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, el de mayor prestigio en el país no sólo por el respaldo económico a que es acreedor el ganador, sino por la larga tradición del premio y por la honrosa lista de nombres de quienes lo han recibido.

En este, su segundo libro de poemas, la aguerrida poeta María Rivera quiere dejar un fiel testimonio de sus heroicos avatares, auxiliada por la palabra escrita: “atada al potro del lenguaje”. Hay, también, un elemento obsesivo en cada uno de los versos de este poemario: el Tiempo. Se pregunta, por ejemplo, “qué somos en la rueda del tiempo”, más adelante describe a la palabra como la “espina en la espina meduar del tiempo” o cuando la poeta pide: “No me dejes sola cuando caiga / en la noche la lágrima del tiempo”. Finalmente, en el momento más doloroso, en el momento en que se cree que se puede reemprender el camino, dice: “estábamos / amargos y oscuros / sobre el caballo del tiempo”. Ante la embestida del tiempo, queda la escritura: la palabra como único elemento contra esa otra condena del tiempo: el olvido (“qué río más hondo el del olvido”). Rivera sabe bien que para no olvidar, para exorcizar el dolor, hay que escribir. Sólo así se podrá comprender el tono apesadumbrado de Hay batallas.

Estas batallas, “fueron mías todas las derrotas”, se diferencian de las emprendidas en su primer poemario, Traslación de dominio (Tierra Adentro, 2000), pues mientras éste es un memorial de una conflictiva pasión amorosa, en el que nos ocupa la poética da un giro hacia las dolorosas batallas de la vida (la amistad, la enfermedad, la muerte, etc). Los libros son distintos por las terribles circunstancias que la autora ha vivido entre la publicación de uno y otro. Por ejemplo, en el poema “Estábamos en eso de salvarnos”, uno de los más relevantes de Hay batallas, es donde Rivera alza infructuosamente su grito de ayuda y la salvación que no llega: “Tú no me veías / zozobrando”, le dice ¿a quién? Cumplidas, o no, ahí están las hazañas. Por eso, cuando su amigo el poeta Luigi Amara le pregunta por qué no escribe un poema feliz, Rivera le contesta en el poema “Respuesta”:

No tengo corazón para las cosas
felices de este mundo:
no me alcanza el corazón para la risa,
ni el ojo para el ave,
ni la mano para la gota.

Finalmente, "Caída" es un poema premonitorio, está dedicado al poeta Luis Ignacio Helguera (1962-2003) quien lo leyó poco antes de morir, precisamente, al caer las escaleras del edificio en el que vivía. En este poema, Rivera lleva la amistad a un plano hondamente catastrófico. Las alegrías y las desventuras que vivieron juntos son expuestos con palabras desgarradoras. Después de los inmejorables tiempos, vino el hecho fatal: “Yo quiero que te quedes: / aquí. / No / allí / sobre el lomo / de la ola en que dormitas”, que recuerda a Paz describiendo a su padre “atado al potro del alcohol” en "Pasado en claro". En el fondo de ese abismo que es el alcoholismo, ella quiere salvarlo (“yo quiero decirte esto: / que te quedes, que yo quiero quedarme / a cantar / estas preguntas, / meras cavilaciones”) pero lamentablemente falla en su intento: “Caigo / en este momento / contigo.” La batalla se ha perdido y, sin embargo, queda la poesía para la salud mental y expiación de las promesas.

De tal manera que las batallas libradas en estas páginas confirman a su autora como una de las voces poéticas más relevantes de la actualidad y, por lo tanto, el Aguascalientes es un merecido premio. Este bien pudo haberse llamado el Libro del desasosiego, pero ya Pessoa tituló uno de sus libros así. Aún así, Hay batallas es el libro del desasosiego que le faltaba a la poesía mexicana. Eso, de ninguna manera, se consigue fácilmente.

1 comentario:

Xavier Villarreal dijo...

"Escribí para ti,
molino de sombra,

para que el pobre hombre,
pobre, mire la flor de su edad
naciendo y se alegre."

De acuerdo en lo esencial contigo, además, pienso que en su poesía se impone el carácter luminoso de la poesía universal, y lo será cada vez más.

Qué bueno que encontré este blog. en últimas fechas ella es una poeta que hace eco en muchas partes.