Muy depurada y estricta y para que vean que no soy monotemático:
Los mil un años de la lengua española, de Antonio Alatorre
El sueño erótico en la poesía española de los siglos de oro, de Antonio Alatorre
Ensayos de crítica literaria, de Antonio Alatorre
El brujo de Autlán, de Antonio Alatorre
Fiori di sonetti/ Flores de sonetos, de Antonio Alatorre
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes
Otelo, de Shakespeare
Sonetos, de Shakespeare
Primero sueño, de sor Juana Inés de la Cruz
El águila y la serpiente, de Martín Luis Guzmán
El guardador de rebaños, de Fernando Pessoa/ Alberto Caeiro
Juan de Mairena, de Antonio Machado
Muerte sin fin, de José Gorostiza
Nostalgia de la muerte, de Xavier Villaurrutia
Sindbad el varado, de Gilberto Owen
Sátira, de Salvador Novo
La estatua de sal, de Salvador Novo
La realidad y el deseo, de Luis Cernuda
Ernesto, de Umberto Saba
Tiresias, de Marcel Johandeau
Paradiso, de José Lezama Lima
Ficciones, de Jorge Luis Borges
Otras inquicisiones, de Jorge Luis Borges
Querelle, de Jean Genet
El diario del ladrón, de Jean Genet
Complete poems, de W.H. Auden
Libertad bajo palabra, de Octavio Paz
El mundo alucinante, una novela de aventuras, de Reinaldo Arenas
Lo demás es silencio, de Tito Monterroso
Obras completas y otros cuentos, de Tito Monterroso
Los excluidos, de Elfriede Jelinek
Esperando a los bárbaros, J.M. Coetzee
La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa
Conversación en La Catedral, Mario Vargas Llosa
El pez en el agua, de Mario Vargas Llosa
Mientras Inglaterra duerme, de David Leavitt
Arkansas, de David Leavitt
Habitación en Roma, de Jorge Eduardo Eielson
Memorial de Isla negra, de Pablo Neruda
El último lector, de Ricardo Piglia
El último lector, de David Toscana
Pastor y Ninfa, de José Joaquín Blanco
En jirones, Luis Zapata
Contra la interpretación, de Susan Sontag
El erotismo, de George Bataille
Tumba de la ficción, de Christian Salmon
Las personas del verbo, de Jaime Gil de Biedma
Nada, nadie, las voces del temblor, de Elena Poniatowska
La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo
El desbarrancadero, de Fernando Vallejo
El río del tiempo, de Fernando Vallejo
Loco afán, de Pedro Lemebel
Los anillos de Saturno, de W.G. Sebald
26.3.08
14.3.08
¡Abur!
Para irnos de vacaciones de Semana Santa, aquí les dejo a la chingonsísima Isabella Rosellini en una de sus más magistrales actuaciones en una de las mejores pelis de David Lynch. ¡Abur!
Si alguien tiene la rola completa, plis a mi mail, se lo agradeceré harto.
Si alguien tiene la rola completa, plis a mi mail, se lo agradeceré harto.
11.3.08
[Qué Báaaarbara la Colio]
Ora resulta que el Fondo de Cultura Económica, que dirige una gánster elbista, pretende distribuir los libros mexicanos a través de sus filiales, ¡pero si no puede ni con los suyos! Vaya pretención. Recuerdo que Luis me dijo, hace poco más de un año, que en la librería del FCE en Madrid sólo se encontraban unos cuantos títulos del acervo editorial y que a veces llegaban un par de ejemplares de las novedades, y eso muy de vez en cuando; además, que la librería era del tamaño de una casita de interés social. Quizá puede pretextarse que está de por medio el océano Atlántico, pero la verdad es que tampoco creo que las librerías del Fondo en Venezuela o Argentina o Colombia --recién inaugurada--, sean como nuestro mall de los libros, también mal llamada librería Rosario Castellanos.
Pasando a otras cosas más, mucho más agradables: me llegó esta invitación y ayer me lancé a ver la obra Pequeñas certezas, de Bárbara Colio, en el Helénico. Fui con EI que es teatrero a más no poder, por eso lo invité, yo que no soy tan adepto a ese arte, en fin... que nos encantó. La obra es perfecta, sencillamente, redondita y con mucho, mucho humor negro, tanto que te cagas porque te cagas, tío! Bárbara estaba sentada delante de nosotros y al finalizar no pude contenerme y la felicité, la abracé y le dije que sabía de dónde venía esa obra, en qué caso estaba inspirada: en el de la desaparición de Noé Carillo Martínez.
No se la pueden perder, tan sencillo como eso.
Pasando a otras cosas más, mucho más agradables: me llegó esta invitación y ayer me lancé a ver la obra Pequeñas certezas, de Bárbara Colio, en el Helénico. Fui con EI que es teatrero a más no poder, por eso lo invité, yo que no soy tan adepto a ese arte, en fin... que nos encantó. La obra es perfecta, sencillamente, redondita y con mucho, mucho humor negro, tanto que te cagas porque te cagas, tío! Bárbara estaba sentada delante de nosotros y al finalizar no pude contenerme y la felicité, la abracé y le dije que sabía de dónde venía esa obra, en qué caso estaba inspirada: en el de la desaparición de Noé Carillo Martínez.
No se la pueden perder, tan sencillo como eso.
6.3.08
[Otra vez en Nexos]
5.3.08
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